Terapia de piso pélvico

Los candidatos ideales incluyen personas que experimentan incontinencia urinaria o fecal, prolapsos de órganos pélvicos, dolor pélvico crónico, disfunciones sexuales, o que han pasado por cirugías ginecológicas o urológicas. También se recomienda para mujeres en el postparto que presentan debilidad en los músculos del piso pélvico. Esta terapia es beneficiosa tanto para hombres como para mujeres que buscan mejorar la función y la calidad de vida relacionada con la salud pélvica.

Puede tratar diversas condiciones relacionadas con la disfunción del suelo pélvico. Entre estas se incluyen la incontinencia urinaria, la incontinencia fecal, el prolapso de órganos pélvicos, el dolor pélvico crónico y las disfunciones sexuales. Además, puede ser beneficiosa para mujeres en el postparto y para hombres que han pasado por cirugías de próstata.

Los efectos secundarios o riesgos asociados con esta terapia son mínimos y poco comunes. En algunos casos, se puede experimentar una leve incomodidad o dolor muscular después de las sesiones, pero generalmente desaparece en poco tiempo. Es importante que la terapia sea realizada por un profesional capacitado para minimizar cualquier riesgo. En casos raros, podría haber irritación o infección si no se siguen las instrucciones adecuadas de higiene. Siempre se recomienda consultar con un especialista antes de comenzar cualquier tratamiento para asegurar su seguridad y eficacia.

La cantidad de sesiones necesarias para ver resultados varía según la condición específica de cada paciente y la gravedad de los síntomas. Generalmente, se recomienda un mínimo de 6 a 8 sesiones para empezar a notar mejoras significativas. Sin embargo, algunos pacientes pueden requerir más sesiones para alcanzar sus objetivos terapéuticos. Es fundamental seguir las indicaciones del fisioterapeuta y mantener una comunicación constante para ajustar el plan de tratamiento según la evolución y las necesidades individuales.

Generalmente no es dolorosa. Durante las sesiones, se utilizan técnicas suaves y ejercicios específicos para fortalecer y mejorar la función de los músculos del piso pélvico. En algunos casos, puede haber una leve incomodidad inicial, especialmente si los músculos están muy tensos o débiles, pero esto suele disminuir a medida que se avanza en el tratamiento. Los terapeutas están capacitados para ajustar las técnicas según las necesidades individuales, asegurando una experiencia lo más cómoda posible.

No siempre se requiere una remisión médica. Sin embargo, es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier tratamiento para asegurar que sea adecuado para la condición específica. Algunos centros de salud pueden solicitar una remisión, especialmente si el tratamiento se va a cubrir a través de un seguro médico. En cualquier caso, una evaluación inicial por parte de un fisioterapeuta especializado en piso pélvico ayudará a determinar el plan de tratamiento más adecuado.