La resucitación cardiopulmonar (RCP) es una serie de pasos que se realizan para ayudar a una persona que no responde y dejó de respirar. La RCP ayuda a llevar sangre rica en oxígeno al tejido del organismo cuando este no puede hacerlo por sí mismo. La RCP para bebés se debe usar para los bebés menores de 12 meses de edad.