Peeling

El peeling es un tratamiento dermatológico que consiste en la exfoliación controlada de las capas superficiales de la piel mediante el uso de sustancias químicas. Este procedimiento es fundamental para mejorar la apariencia de la piel, ya que ayuda a eliminar células muertas, reducir manchas, cicatrices y arrugas, promoviendo así una piel más suave, luminosa y uniforme. Además, el peeling estimula la regeneración celular y la producción de colágeno, lo que contribuye a mantener una piel más joven y saludable.

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¿Para qué se utiliza el peeling?

Se utiliza para mejorar la apariencia de la piel mediante la eliminación de las capas superficiales dañadas. Este tratamiento ayuda a reducir las arrugas finas, las manchas de la edad, las cicatrices de acné y otras imperfecciones cutáneas. Además, se emplea para estimular la regeneración celular y mejorar la textura y el tono de la piel, logrando un aspecto más fresco y rejuvenecido. También puede ser útil en el tratamiento de ciertas condiciones dermatológicas como el melasma y la hiperpigmentación.

¿Cómo funciona el peeling?

Mediante la aplicación de una solución química en la piel, que provoca una exfoliación controlada de las capas superficiales. Esta exfoliación estimula la regeneración celular y la producción de colágeno, mejorando así la textura y apariencia de la piel. Dependiendo del tipo de peeling, se pueden utilizar diferentes ácidos como el glicólico, salicílico o tricloroacético. El procedimiento debe ser realizado por un specialista y profesional de la salud capacitado para asegurar resultados óptimos y minimizar riesgos.

¿Cuánto tiempo dura el tratamiento de peeling?

El tiempo puede variar dependiendo del tipo de peeling y de la condición de la piel del paciente. Generalmente, una sesión de peeling superficial puede durar entre 30 y 45 minutos. En el caso de peelings más profundos, el procedimiento podría extenderse hasta una hora. Es importante considerar que, además del tiempo del procedimiento en sí, se debe contar con un periodo de preparación y recuperación posterior, que puede variar según la profundidad del peeling realizado.

¿Cómo prepararse para el peeling?

Para prepararse, se recomienda evitar la exposición al sol durante al menos una semana antes del tratamiento. Además, no deben utilizarse productos exfoliantes o tratamientos con retinoides en los días previos. Es importante mantener la piel hidratada y limpia. Se aconseja informar al dermatólogo sobre cualquier medicamento o condición médica que se tenga. También, se debe evitar el uso de maquillaje el día del procedimiento para asegurar una piel limpia y libre de impurezas.

Precios de los servicios por ciudad

  • Cali Desde $ 230.000

    2 clínicas, 12 especialistas


  • Medellín Desde $ 280.000

    1 clínica, 12 especialistas


  • Bogotá Desde $ 300.000

    1 clínica, 11 especialistas


  • Cajicá Desde $ 250.000

    0 clínicas, 1 especialista


Preguntas frecuentes

  • ¿Cuáles son los beneficios del peeling?

    La mejora de la textura y el tono, la reducción de manchas y cicatrices, y la disminución de arrugas finas. Además, promueve la renovación celular, lo que resulta en una piel más luminosa y rejuvenecida. Este tratamiento también ayuda a controlar el acné y a minimizar los poros dilatados. Al eliminar las capas superficiales de la piel, se estimula la producción de colágeno, lo que contribuye a una apariencia más firme y saludable.

  • Existen varios tipos de peeling, que se pueden clasificar principalmente en tres categorías: superficial, medio y profundo. El peeling superficial utiliza ácidos suaves como el ácido glicólico o el ácido salicílico para exfoliar la capa más externa de la piel. El peeling medio emplea ácidos más fuertes, como el ácido tricloroacético, para llegar a capas más profundas. El peeling profundo, que utiliza fenol, penetra aún más en la piel y se utiliza para tratar arrugas profundas, cicatrices y daños severos por el sol. La elección del tipo de peeling dependerá de las necesidades específicas de la piel y de la recomendación del dermatólogo.

  • Los candidatos ideales son aquellos que buscan mejorar la textura y apariencia de su piel. Personas con problemas de acné, hiperpigmentación, cicatrices superficiales, arrugas finas y daño solar pueden beneficiarse de este tratamiento. Es importante que los candidatos no tengan infecciones activas en la piel, heridas abiertas o condiciones dermatológicas graves. Además, se recomienda que las personas con piel sensible consulten con un dermatólogo antes de someterse al procedimiento para asegurar que sea seguro y efectivo para su tipo de piel.

  • Es fundamental evitar la exposición al sol y usar protector solar de amplio espectro diariamente. También se recomienda mantener la piel hidratada con cremas específicas y evitar el uso de productos que contengan alcohol o ingredientes irritantes. No se debe rascar ni frotar la piel tratada. En caso de presentar enrojecimiento o irritación, se aconseja consultar con el dermatólogo para recibir las indicaciones adecuadas.

  • Sí, existen efectos secundarios y riesgos asociados. Entre los efectos secundarios más comunes se encuentran el enrojecimiento, la descamación y la sensibilidad de la piel. En algunos casos, pueden presentarse hiperpigmentación o hipopigmentación, especialmente en personas con tonos de piel más oscuros. También existe el riesgo de infección si no se siguen adecuadamente las recomendaciones post-tratamiento. Es fundamental realizar el procedimiento bajo la supervisión de un profesional calificado para minimizar estos riesgos y asegurar una recuperación adecuada.

  • La duración de los resultados puede variar según el tipo de peeling realizado y las características individuales de la piel del paciente. En general, los efectos pueden durar desde varias semanas hasta varios meses. Los peelings superficiales suelen tener resultados más temporales, mientras que los peelings medios y profundos pueden ofrecer beneficios más duraderos. Para mantener los resultados, se recomienda seguir una rutina de cuidado de la piel adecuada y considerar tratamientos de mantenimiento según las indicaciones del dermatólogo.

  • La frecuencia con la que se puede realizar depende del tipo de peeling y de las necesidades específicas de la piel de cada persona. Generalmente, los peelings superficiales pueden realizarse cada 4 a 6 semanas. Los peelings medios se recomiendan cada 3 a 6 meses, mientras que los peelings profundos suelen realizarse una vez al año o incluso con menor frecuencia. Es fundamental consultar con un dermatólogo para determinar el intervalo adecuado y asegurar una recuperación óptima de la piel entre sesiones.

  • El nivel de dolor experimentado durante un peeling puede variar según el tipo de peeling y la sensibilidad de la piel de cada persona. Los peelings superficiales suelen causar una sensación de ardor o picazón leve, mientras que los peelings más profundos pueden ser más incómodos y requerir anestesia local. En general, cualquier molestia es temporal y se alivia con el uso de cremas calmantes y siguiendo las indicaciones del profesional de salud. Es importante consultar con un dermatólogo para determinar el tipo de peeling más adecuado y minimizar cualquier incomodidad.

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