La incisión y drenaje de un absceso cutáneo es un procedimiento médico esencial para tratar acumulaciones de pus que se forman bajo la piel debido a infecciones bacterianas. Este tratamiento se realiza para aliviar el dolor, reducir la inflamación y prevenir la propagación de la infección a otras áreas del cuerpo. La intervención consiste en hacer una pequeña incisión en la piel para permitir la salida del pus acumulado, facilitando así la curación del tejido afectado. Es una técnica segura y efectiva que contribuye significativamente a la recuperación del paciente.