Extracción de lunares

La extracción de lunares es un procedimiento médico que consiste en su eliminación o eliminación de nevos de la piel. Este tratamiento es importante porque algunos lunares pueden presentar cambios en su apariencia que podrían indicar la presencia de cáncer de piel, como el melanoma. Además, la extracción de lunares también puede ser realizada por razones estéticas, mejorando la apariencia y la confianza de la persona. La evaluación y eliminación de lunares debe ser realizada por profesionales de la salud para asegurar un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.

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¿Para qué sirve la extracción de lunares?

Para eliminar lunares que pueden ser sospechosos de ser malignos, causar molestias o afectar la estética de la piel. Este procedimiento permite un análisis histopatológico del lunar extraído para determinar si es benigno o maligno. Además, se emplea para prevenir posibles complicaciones futuras, como el desarrollo de cáncer de piel. También se utiliza para mejorar la apariencia de la piel, eliminando lunares que puedan ser considerados antiestéticos o que interfieran con la vida cotidiana.

¿Cómo funciona la extracción de lunares?

Se realiza mediante diferentes métodos, dependiendo del tamaño, tipo y ubicación del lunar. Primero, se limpia y desinfecta la zona. Luego, se aplica anestesia local para minimizar cualquier molestia. Los métodos más comunes incluyen la escisión quirúrgica, donde se corta el lunar con un bisturí, y la extracción por afeitado, donde se rasura el lunar a nivel de la piel. En algunos casos, se puede utilizar láser para eliminar el lunar. Después del procedimiento, se colocan puntos de sutura si es necesario y se cubre la zona con un vendaje para promover la cicatrización adecuada.

¿Cuánto tiempo tarda la extracción de lunares?

La duración de la extracción puede variar dependiendo del tamaño y la ubicación del lunar, así como del método utilizado para su eliminación. Generalmente, el procedimiento suele tomar entre 15 y 30 minutos por lunar. En algunos casos, si se requiere una evaluación más detallada o si se extraen múltiples lunares, el tiempo total puede extenderse. Es importante tener en cuenta que, además del tiempo del procedimiento, se debe considerar el tiempo de preparación y recuperación posterior.

¿Cómo prepararse para la extracción de lunares?

Primero, se debe evitar la exposición al sol en la zona del lunar durante al menos dos semanas antes del procedimiento. También es esencial informar al médico sobre cualquier medicamento que se esté tomando, especialmente anticoagulantes. Se debe mantener la piel limpia y seca el día de la extracción y no aplicar cremas o lociones en el área. Además, se aconseja llevar ropa cómoda y suelta para facilitar el acceso a la zona a tratar.

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Preguntas frecuentes

  • ¿Cuáles son los métodos más comunes para la extracción de lunares?

    Los métodos más comunes son la escisión quirúrgica, la cual consiste en cortar el lunar y una pequeña porción del tejido circundante, y el afeitado quirúrgico, donde se rasura el lunar a nivel de la piel. También se utiliza la crioterapia, que implica congelar el lunar con nitrógeno líquido, y la electrocauterización, que lo elimina mediante calor generado por una corriente eléctrica. La elección del método dependerá del tipo, tamaño y ubicación del lunar, así como de la evaluación médica realizada por un dermatólogo.

  • No suele ser dolorosa, ya que se utiliza anestesia local para adormecer el área antes del procedimiento. Durante la intervención, solo se puede sentir una leve presión o molestia. Después del procedimiento, es común experimentar una ligera sensibilidad o incomodidad en la zona tratada, pero esto suele ser manejable con analgésicos de venta libre. Es importante seguir las indicaciones del médico para asegurar una recuperación adecuada y minimizar cualquier molestia postoperatoria.

  • Los riesgos o efectos secundarios pueden incluir infección, cicatrización anormal, sangrado y cambios en la pigmentación de la piel. En algunos casos, puede presentarse dolor o sensibilidad en el área tratada. Es fundamental seguir las indicaciones postoperatorias del médico para minimizar estos riesgos. En raras ocasiones, pueden surgir complicaciones más serias, por lo que se recomienda acudir a un profesional de salud calificado y con experiencia en procedimientos dermatológicos.

  • Sí, se requiere anestesia. Generalmente, se utiliza anestesia local para adormecer el área alrededor del lunar, lo que permite que el procedimiento se realice sin causar dolor. La anestesia local es segura y efectiva, y su aplicación es rápida y sencilla. En algunos casos, dependiendo del tamaño y la ubicación del lunar, así como de la técnica utilizada, se puede considerar el uso de anestesia general, aunque esto es menos común. Es importante discutir las opciones de anestesia con el médico antes del procedimiento.

  • El tiempo de sanación de la piel después de la extracción varía según el tamaño y la ubicación del lunar, así como el método utilizado para la extracción. Generalmente, la piel tarda entre una y dos semanas en cicatrizar superficialmente. Sin embargo, la cicatrización completa puede tomar varias semanas o incluso meses. Es importante seguir las indicaciones del médico para el cuidado postoperatorio, lo que incluye mantener la zona limpia y protegida, y evitar la exposición al sol para minimizar el riesgo de cicatrices.

  • Es posible que quede una cicatriz. La apariencia de la cicatriz dependerá de varios factores, como el tamaño y la ubicación del lunar, el método utilizado para la extracción y la capacidad de cicatrización de la piel de cada persona. En muchos casos, las cicatrices son mínimas y se desvanecen con el tiempo. Para mejorar la cicatrización y reducir la visibilidad de la cicatriz, se pueden seguir las recomendaciones del médico, como mantener la zona limpia y protegida del sol.

  • Sí, es necesario. El seguimiento permite asegurar que la herida cicatrice adecuadamente y que no haya signos de infección. Además, se verifica que el lunar extraído no presente características malignas. Dependiendo del caso, el médico puede recomendar revisiones periódicas para monitorear la piel y detectar cualquier cambio en otros lunares. Este seguimiento es fundamental para garantizar una recuperación óptima y prevenir posibles complicaciones.

  • Los candidatos ideales son aquellos que tienen lunares sospechosos de ser malignos, lunares que han cambiado de forma, tamaño o color, o aquellos que causan molestias físicas o estéticas. Además, personas con antecedentes familiares de cáncer de piel o que presentan lunares en áreas de fricción constante también pueden considerarse para este procedimiento. Es fundamental que un dermatólogo evalúe cada caso individualmente para determinar la necesidad y el método adecuado de extracción.