Cistoscopia transuretral

La cistoscopia transuretral es un procedimiento médico que permite visualizar el interior de la vejiga y la uretra mediante el uso de un cistoscopio, un instrumento delgado y flexible equipado con una cámara y una luz. Este examen es fundamental para el diagnóstico y tratamiento de diversas afecciones urológicas, como infecciones recurrentes del tracto urinario, hematuria (sangre en la orina), problemas de vaciado de la vejiga y tumores vesicales. La cistoscopia transuretral proporciona información detallada y precisa, facilitando la identificación de problemas y la planificación de intervenciones adecuadas.

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¿Para qué sirve la cistoscopia transuretral?

Para diagnosticar y tratar problemas en la vejiga y la uretra. Este procedimiento permite la visualización directa del interior de la vejiga y la uretra, ayudando a identificar condiciones como infecciones recurrentes del tracto urinario, sangrado inexplicado, cálculos vesicales, tumores y obstrucciones. Además, se puede emplear para realizar biopsias, extraer cuerpos extraños o tratar estenosis uretrales. La cistoscopia transuretral es una herramienta esencial en la evaluación y manejo de diversas patologías urológicas.

¿Cómo funciona la cistoscopia transuretral?

Se realiza insertando un cistoscopio a través de la uretra hasta la vejiga. El cistoscopio es un tubo delgado y flexible equipado con una cámara y una luz en su extremo, lo que permite visualizar el interior de la uretra y la vejiga en tiempo real. Durante el procedimiento, se puede introducir una solución salina para expandir la vejiga y obtener una mejor visibilidad. Esta técnica permite detectar y evaluar diversas condiciones urológicas, como infecciones, cálculos, tumores y obstrucciones.

¿Cuánto tiempo toma la cistoscopia transuretral?

La duración puede variar dependiendo del caso específico y de las condiciones del paciente. Generalmente, el procedimiento suele tomar entre 15 y 30 minutos. Sin embargo, es importante considerar que el tiempo total en el centro médico puede ser mayor debido a la preparación previa y al tiempo de recuperación posterior. En algunos casos, se puede requerir anestesia local o general, lo cual también puede influir en la duración total del proceso.

¿Cómo prepararse para la cistoscopia transuretral?

Se debe informar al médico sobre cualquier medicamento que se esté tomando, especialmente anticoagulantes o aspirina, ya que podrían necesitar ser suspendidos temporalmente. Es posible que se solicite un análisis de orina previo para detectar infecciones. En algunos casos, se puede indicar el uso de un laxante suave o un enema para limpiar el intestino. Además, se debe evitar comer o beber varias horas antes del procedimiento, según las indicaciones médicas.

Precios de los servicios por ciudad

  • Medellín Desde $ 450.000

    1 clínica, 15 especialistas


  • Pereira Desde $ 350.000

    0 clínicas, 6 especialistas


  • Bucaramanga Desde $ 500.000

    0 clínicas, 5 especialistas


  • Cali Desde $ 200.000

    0 clínicas, 5 especialistas


  • Armenia Desde $ 170.000

    0 clínicas, 3 especialistas


  • Valledupar Desde $ 300.000

    0 clínicas, 1 especialista


Preguntas frecuentes

  • ¿Cuáles son los riesgos asociados con la cistoscopia transuretral?

    Los riesgos asociados con este procedimiento incluyen infecciones del tracto urinario, sangrado y molestias en la vejiga o la uretra. En casos raros, pueden presentarse complicaciones más graves como perforación de la vejiga o reacciones adversas a la anestesia. Es importante seguir las indicaciones del médico antes y después del procedimiento para minimizar estos riesgos. Cualquier síntoma inusual, como fiebre, dolor intenso o sangrado abundante, debe ser reportado de inmediato al profesional de salud.

  • Durante el procedimiento, se utilizará un cistoscopio, un tubo delgado con una cámara en el extremo, que se insertará a través de la uretra para examinar la vejiga. Se administrará anestesia local o general, dependiendo del caso. El paciente puede sentir una leve molestia o presión durante la inserción del cistoscopio. El procedimiento suele durar entre 15 y 30 minutos. Después, es posible experimentar una ligera sensación de ardor al orinar y se recomienda beber abundante agua para aliviar cualquier molestia.

  • La recuperación después de una cistoscopia transuretral suele ser rápida. Generalmente, los pacientes pueden reanudar sus actividades normales en uno o dos días. Sin embargo, es posible experimentar algunas molestias leves, como ardor al orinar o la necesidad de orinar con mayor frecuencia durante los primeros días. Se recomienda beber abundante agua para ayudar a eliminar cualquier irritación en la vejiga. En caso de presentar fiebre, dolor intenso o sangrado abundante, se debe contactar al médico de inmediato.

  • Generalmente no es dolorosa, aunque puede causar alguna incomodidad. Durante el procedimiento, se utiliza anestesia local para adormecer la uretra, lo que ayuda a minimizar cualquier molestia. Algunos pacientes pueden experimentar una sensación de presión o ardor cuando el cistoscopio se introduce en la vejiga. Después del procedimiento, es posible sentir una leve irritación o necesidad frecuente de orinar, pero estos síntomas suelen desaparecer en poco tiempo. En caso de dolor intenso o persistente, se recomienda consultar al médico.

  • En una cistoscopia transuretral se puede utilizar anestesia local, regional o general, dependiendo de las necesidades específicas del paciente y la complejidad del procedimiento. La anestesia local se aplica para adormecer la uretra y la vejiga, permitiendo que el paciente esté despierto pero sin dolor. La anestesia regional, como la raquídea o epidural, adormece la parte inferior del cuerpo. En algunos casos, se puede optar por anestesia general, donde el paciente estará completamente dormido durante el procedimiento. La elección del tipo de anestesia se realiza en consulta con el equipo médico.

  • Sí, existen alternativas a este procedimiento. Algunas de ellas incluyen la ecografía vesical, la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM). Estas técnicas de imagen pueden proporcionar información sobre el tracto urinario sin necesidad de una intervención invasiva. Sin embargo, la elección de la mejor alternativa dependerá de la condición específica del paciente y de la recomendación del médico tratante. La cistoscopia transuretral sigue siendo una herramienta valiosa para el diagnóstico y tratamiento de ciertas afecciones urológicas que no pueden ser evaluadas adecuadamente con métodos no invasivos.

  • Después del procedimiento, se recomienda seguir las indicaciones del médico para asegurar una recuperación adecuada. Generalmente, se programará una cita de seguimiento para evaluar la evolución del paciente y verificar que no haya complicaciones. Es posible que se indiquen medicamentos para aliviar el dolor o prevenir infecciones. Además, se aconseja observar cualquier síntoma inusual, como fiebre, dolor intenso o sangrado excesivo, y reportarlo al médico de inmediato. Mantener una buena hidratación y evitar actividades físicas intensas durante los primeros días también es fundamental para una recuperación óptima.

  • Los candidatos ideales para este procedimiento son aquellos pacientes que presentan síntomas urinarios persistentes, como dolor al orinar, sangre en la orina, infecciones urinarias recurrentes o problemas para vaciar la vejiga. También se recomienda para personas con antecedentes de cáncer de vejiga o anomalías detectadas en estudios de imagen. Además, es útil en la evaluación de problemas estructurales del tracto urinario inferior. La decisión de realizar este procedimiento debe ser tomada por un urólogo, quien evaluará cada caso de manera individual.

Preguntas sobre Cistoscopia transuretral

Buen día.
Para poder hacer la cistoscopia se necesita que la uretra esté permeable. Cuando la estrechez es muy severa, además de la meatoplasia, existe la alternativa de solo hacer dilatación…

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