Cirugía de cornetes

Los riesgos y posibles complicaciones incluyen sangrado, infección, y reacciones adversas a la anestesia. También pueden presentarse complicaciones como la formación de costras, cicatrices, y en raros casos, una perforación del tabique nasal. Es posible experimentar una reducción en el sentido del olfato o una sensación de sequedad nasal. Sin embargo, estos riesgos son poco comunes y la mayoría de los pacientes experimentan una mejora significativa en su respiración y calidad de vida después del procedimiento. Es fundamental seguir las indicaciones del médico para minimizar cualquier riesgo.

La recuperación suele durar entre una y dos semanas. Durante este período, es normal experimentar congestión nasal, secreción y algo de dolor. Se recomienda seguir las indicaciones del médico, que pueden incluir el uso de soluciones salinas para mantener la nariz limpia y evitar actividades físicas intensas. La mayoría de los pacientes pueden regresar a sus actividades normales después de una semana, aunque la recuperación completa del tejido nasal puede tardar un poco más.

Aquellos pacientes que presentan obstrucción nasal crónica debido a hipertrofia de los cornetes, que no han respondido adecuadamente a tratamientos médicos como descongestionantes, antihistamínicos o corticosteroides nasales. También se considera en casos de rinitis alérgica persistente y apnea obstructiva del sueño. Es fundamental que un otorrinolaringólogo evalúe cada caso individualmente para determinar si este procedimiento es la mejor opción de tratamiento.

Se utiliza generalmente anestesia local o general, dependiendo del caso específico y de la preferencia del cirujano. La anestesia local adormece únicamente la zona de la nariz, permitiendo que el paciente esté consciente pero sin dolor. En algunos casos, se puede optar por anestesia general, donde el paciente estará completamente dormido durante el procedimiento. La elección del tipo de anestesia se realiza en función de la complejidad de la cirugía y de las condiciones médicas del paciente, garantizando siempre su seguridad y comodidad.

Es fundamental mantener la cabeza elevada durante los primeros días para reducir la inflamación. Se recomienda evitar sonarse la nariz y realizar esfuerzos físicos intensos. El uso de soluciones salinas para la limpieza nasal puede ser indicado por el médico. Además, se deben tomar los medicamentos prescritos, como antibióticos y analgésicos, según las indicaciones. Las visitas de seguimiento con el otorrinolaringólogo son esenciales para monitorear el progreso y prevenir complicaciones.

Sí, existen alternativas a la cirugía de cornetes. Entre las opciones no quirúrgicas se encuentran los tratamientos médicos como el uso de corticosteroides nasales, antihistamínicos y descongestionantes. Estos medicamentos pueden ayudar a reducir la inflamación y mejorar la respiración. También se pueden considerar terapias como la radiofrecuencia y la terapia con láser, que son menos invasivas. Es fundamental que un otorrinolaringólogo evalúe cada caso para determinar el tratamiento más adecuado según las necesidades y condiciones específicas del paciente.