Blanqueamiento dental

Existen principalmente dos tipos de blanqueamiento dental: el blanqueamiento en clínica y el blanqueamiento en casa. El blanqueamiento en clínica es realizado por profesionales y suele utilizar concentraciones más altas de agentes blanqueadores, ofreciendo resultados más rápidos y efectivos. El blanqueamiento en casa puede incluir kits proporcionados por el odontólogo o productos over-the-counter, que tienen concentraciones más bajas de agentes blanqueadores y requieren un uso más prolongado.

Ventajas:

• Mejora la estética dental y la confianza en sí mismo.
• Es relativamente rápido y puede tener efectos inmediatos, especialmente en tratamientos profesionales.
• Opciones flexibles entre tratamientos profesionales y en casa.

Desventajas:

• Puede causar sensibilidad dental temporal y, en raras ocasiones, irritación de las encías.
• Los resultados no son permanentes y pueden requerir tratamientos de mantenimiento.
• No es efectivo para todo tipo de manchas, como las causadas por tetraciclinas o fluorosis.

Normalmente, la mayoría de las personas no experimenta dolor durante el procedimiento de blanqueamiento dental; sin embargo, es común experimentar sensibilidad temporal tanto durante como después del tratamiento. Esta sensibilidad suele ser manejable y disminuye poco después de terminar el tratamiento.

Cuando se realiza correctamente y bajo la supervisión de un profesional, el blanqueamiento dental es generalmente seguro y no produce daños permanentes en los dientes. Sin embargo, abusar de los tratamientos de blanqueamiento o usar productos no aprobados puede llevar a daños en el esmalte y sensibilidad prolongada.

Para calmar la sensibilidad o el dolor después de un blanqueamiento dental, se pueden tomar analgésicos de venta libre recomendados por el dentista. Además, usar pastas dentales para dientes sensibles y evitar alimentos muy fríos o calientes por unos días puede ayudar a reducir la incomodidad.

Para mantener los efectos del blanqueamiento dental, es importante evitar alimentos y bebidas que manchen los dientes, como el café, el té, y el vino tinto. Mantener una buena higiene bucal, incluyendo cepillado y uso de hilo dental diario, y visitas regulares al odontólogo también son esenciales. En algunos casos, se pueden necesitar toques de mantenimiento con tratamientos de blanqueamiento menores.

Después de un blanqueamiento dental, es recomendable evitar alimentos y bebidas que puedan causar manchas durante al menos 48 horas. Esto incluye café, té, vino tinto, bebidas cola, frutos rojos y cualquier alimento oscuro o ácido que pueda comprometer el efecto del blanqueamiento.