Soy una mujer de 40 años con tres hijos y una relación de 20 años, me siento muy triste y deprimida

Gracias por tu pregunta; en esas difíciles circunstancias, el medicamento puede proporcionar algún alivio temporal con el riesgo de la dependencia; lo realmente importante es que puedas entender, procesar lo ocurrido, avanzar en tu vida y aprender lo que corresponda; en nuestra práctica profesional hemos tenido casos similares y especialmente por la experiencia y por ser una pareja de profesionales, hemos podido ser de ayuda en estos procesos; te invitamos a agendar una cita para iniciar este proceso en tu beneficio. En nuestra información podrás ver cientos de opiniones positivas de nuestros pacientes.

Hola te invito a que agendes una consulta psicologica para ayudarte con los sintomas depresion y superar el proceso de duelo de separacion. Con gusto te atendere

Una separación después de veinte años de convivencia es una situación que genera muchas emociones negativas -rabia, tristeza, desconcierto...-. Emociones que necesitas aprender a conectarte con ellas, lo mismo que exteriorizarlas, bajarle intensidad afectiva a tus recuerdos... La tramitación emocional se asocia mucho con el proceso de duelo que necesitas llevar a cabo dentro de un contexto terapéutico. Pienso que la medicación no es opción, exceptuando que tengas alucinaciones, delirios, ideaciones suicidas, o alteraciones prominentes en tu parte laboral, social.., o imposibilidad marcada para dormir

Buenas tardes, gracias por preguntar. La mala noticia es que usted tiene el corazón roto. La buena es que eso no es una enfermedad sino una reacción normal al desamor y al desgarramiento del "nosotros" que se había construido sobre el matrimonio y la familia. Usted no tiene por qué sentirse bien ni feliz, como parecen querer hacernos creer la cultura "pop" y la industria farmacéutica, siempre tan cercanas la una de la otra. Siempre nos hacen sentir obligados a tener buena actitud, a estar sonrientes y lucir bien aunque por dentro estemos destrozados, como parece ser su caso. No escuche esos cantos de sirena, no sienta que usted tiene la culpa de no ser feliz ni mucho menos sucumba a la tentación de maquillar sus sentimientos con drogas. Ahora bien, siempre es bueno buscar buena compañía en situaciones como la suya: alguien que nos escuche y comprenda sin emitir juicios y buscando, más bien, construir nuevos sentidos y significaciones. Para eso se inventó el psicoanálisis, y por lo mismo le recomiendo consultar a un psicoanalista, profesional idóneo para acompañarla en esta dura etapa de su vida.