Causas
El estrés tibial medial ocurre cuando los tejidos que conectan los músculos al revestimiento de la tibia se irritan e inflaman.
Definición
El síndrome de estrés tibial medial es la inflamación y dolor a lo largo de la parte interna de la parte inferior de la pierna. Involucra el área de la pantorrilla.
Diagnóstico
Si usted tiene síntomas de síndrome de estrés tibial medial tal vez no necesite ver al médico. Si la lesión no responde al autoTratamiento (vea los Tratamientos abajo) después de entre dos y cuatro semanas, consulte a su médico. Tal vez tenga una lesión más grave.
El médico examinará la parte inferior de su pierna y buscará áreas con dolor e hinchazón. Además, el médico se fijará si usted tiene problemas en los pies, tales como pronación excesiva. Las pruebas podrán incluir placas de rayos X para verificar si se trata de una fractura por estrés, la que tiene síntomas similares.
Factores de riesgo
Un factor de riesgo es algo que hace que sus posibilidades de contraer una enfermedad o condición aumenten.
• Alongamiento inadecuado o falta de precalentamiento para la realización de ejercicios
• Actividades que involucran golpear las piernas repetidamente sobre superficies duras, tales como correr, basketball o tenis
• Aumento de la intensidad de los ejercicios o de la distancia de corrida sin preparación y acondicionamiento adecuados
• Calzados con desgaste o con calce inadecuado
• Técnica inadecuada para correr o problemas con la manera en que el pie golpea contra el suelo al correr
• Desequilibrio de fuerza entre dos grupos de músculos opuestos en la pierna
Síntomas
• Dolor en el lado interno de la pantorrilla, que se describe como dolor o palpitaciones con dolor leve local
• Hinchazón o color rojizo en el área de la tibia (posible, pero no común)
Medidas generales
El síndrome de estrés tibial medial es la inflamación y dolor a lo largo de la parte interna de la parte inferior de la pierna. Involucra el área de la pantorrilla.
Prevención
• Primero, efectúe un precalentamiento gradual y después realice alongamiento progresivo.
• Aumente lentamente la intensidad y duración de los ejercicios.
• Enfríese después de realizar ejercicios con alongamiento leve.
• Corra sobre una superficie más blanda, como pasto, tierra o ciertas pistas al aire libre.
• No pase de repente a correr de una superficie blanda a una dura.
• Seleccione su calzado con mucho cuidado. Los distintos calzados tienen distintos grados de soporte y control de movimiento.
• Evite correr a pasos muy largos, ya que puede colocar más esfuerzo sobre la tibia.
• Use ortóticos si su médico los recomienda.
Síntomas
• Dolor en el lado interno de la pantorrilla, que se describe como dolor o palpitaciones con dolor leve local
• Hinchazón o color rojizo en el área de la tibia (posible, pero no común)
Tratamiento
Terapia DHCD
Descanso – Tómese un descanso de la actividad que ocasionó el dolor. Con frecuencia, esto es suficiente para curar el síndrome de estrés tibial medial en un plazo de 10 días.
Hielo – Aplique hielo al área afectada en períodos de 15 minutos durante las primeras 24 horas después de la lesión y durante varios días si resulta necesario. Esto ayudará a reducir la hinchazón, inflamación y dolor.
Compresión – Envuelva al área de la tibia con una venda elástica. Esto ayudará a detener la hinchazón y proporcionará soporte para la tibia y los tejidos blandos próximos.
Elevación – Mantenga la pierna lesionada durante las primeras 24 horas, incluyendo al dormir. Esto podrá ser de utilidad si hay hinchazón local.
Medicación
Además de la terapia DHCE, usted podrá tomar medicaciones antiinflamatorias para aliviar el dolor.
Ortótica
Si pronación excesiva es lo que causa su síndrome de estrés tibial medial, usted puede adquirir soportes para el arco hechos a medida (llamados ortóticos), que ayudan a corregir la pronación excesiva.
Prevención
• Primero, efectúe un precalentamiento gradual y después realice alongamiento progresivo.
• Aumente lentamente la intensidad y duración de los ejercicios.
• Enfríese después de realizar ejercicios con alongamiento leve.
• Corra sobre una superficie más blanda, como pasto, tierra o ciertas pistas al aire libre.
• No pase de repente a correr de una superficie blanda a una dura.
• Seleccione su calzado con mucho cuidado. Los distintos calzados tienen distintos grados de soporte y control de movimiento.
• Evite correr a pasos muy largos, ya que puede colocar más esfuerzo sobre la tibia.
• Use ortóticos si su médico los recomienda.